El 24 de agosto comenzó el Seminario de Estudios Avanzados en el marco de la Licenciatura en Historia de la Universidad Nacional de San Martín. En esta oportunidad, el Dr. Rodrigo Laham Cohen dictó la conferencia «Repensando las raíces de la hostilidad hacia los judíos entre la Antigüedad y el Medioevo: Antijudaísmo, antisemitismo, judeofobia».
A continuación ofrecemos una síntesis del argumento y las fotos del encuentro.
Ríos de tinta se han escrito en el intento de comprender el rechazo que generaron los judíos, en ciertos segmentos de la población y en diferentes coordenadas históricas. En esta breve presentación intentaremos, en primer lugar, comprender las principales categorías que se han utilizado para denominar tal fenómeno –antijudaísmo, antisemitismo y judeofobia– enfatizando los alcances y las limitaciones de cada una de ellas. A continuación, abordaremos las primeras reacciones antijudías registradas en el período clásico, preguntándonos sobre las raíces de la antipatía que suscitaban –siempre en una parte y no en la totalidad de los gentiles– los diversos colectivos judíos. ¿Difería el odio hacia los judíos que manifiestan ciertos autores griegos y latinos de otras declaraciones xenófobas que se vertían sobre egipcios, sirios o dacios? El último núcleo que analizaremos es la profusa literatura antijududía que generó el cristianismo desde los primeros siglos de la Era Común. ¿Poseía el antijudaísmo cristiano del primer milenio algún tipo de especificidad? ¿O no fue más que una derivación de la xenofobia que se vislumbraba ya en las fuentes grecolatinas? Tales interrogantes se han intentado responder desde una perspectiva realista –denominada en general “teoría del conflicto”– o desde una posición culturalista, vinculada al campo de la teología. Tal vez el mejor disparador para pensar estos nodos problemáticos sea la polémica pregunta que se hizo, hace ya más de cuatro décadas, la teóloga estadounidense Rosemary Ruether: “¿Es posible decir «Jesús es el Mesías» sin decir al mismo tiempo, implícita o explícitamente, «y los judíos son malditos?”.
